El 30 de julio se abrió la posibilidad de acelerar el camino a la jubilación para las madres. En menos de una hora se sacaron 1500 turnos. El termómetro muestra que es una de las medidas de género que más interés generó en la población y que más esperan las que son madres y abuelas. Son muchas las que quieren anotarse para hacer valer las horas sin dormir y los días sin parar de cocinar para lograr acceder a una jubilación.

A partir del 4 de agosto las mujeres con hijas y/o hijas que tienen la edad para jubilarse (60 años o más), pero que no cuentan con los 30 años de aporte necesarios, van a poder solicitar un turno en www.anses.gob.ar para iniciar el trámite en la oficina de ANSES más cercana a su domicilio.

El Programa de Reconocimiento de Aportes por Tareas de Cuidado ya entró en vigencia y, a partir del 4 de agosto, en ANSES van a empezar a atender a las mujeres que vayan a consultar. Es importante que tengan (o gestionen) la partida de nacimiento de sus hijos e hijas porque ese documento se va a pedir sí o sí como una estrategia legal de revalidar el derecho a la identidad y mostrar como una escarapela el nacimiento de sus hijas e hijos.

“Con esta medida damos visibilidad y reparamos una desigualdad histórica y estructural, al reconocer y valorar el tiempo que las mujeres destinaron a la crianza de sus hijas e hijos. Así igualamos oportunidades y generamos condiciones para que, este año, más de 150 mil madres puedan jubilarse”, enmarcan desde ANSES.

Entre las 155 mil mujeres que tienen 60 años la gran mayoría no tiene completos los años de aportes. Hay una moratoria vigente que permite jubilarse y pagar por los años faltantes (pero esa posibilidad es hasta el 2003 y no antes) y eso limita, aún con moratoria, el acceso a un ingreso económico de muchas madres. Por eso, esta medida, es un puente de reconocimientos que va a permitir a todas esas mujeres acceder a la moratoria.

El reconocimiento computará 1 año de aportes por hijo o hija, 2 años por hijo o hija adoptado menor de edad (porque se busca reconocer el trabajo de quienes adoptan en muchos casos a niños grandes, con enfermedades o varios hermanitos), 2 años por hijo o hija con discapacidad y 3 años a quienes hayan accedido a una Asignación Universal por Hijo (AUH) por, al menos, 12 meses. La idea es contemplar las desigualdades en la maternidad.

En el caso del aumento del reconocimiento para los hijos que hayan estado incluidos en la AUH –que son 30.000 mujeres con edad de jubilarse en el 2021- es porque las mujeres pobres sufren mucho más las desigualdades, que otras mujeres de clase media y alta. Por ejemplo, tienen muchos más dificultades para salir a trabajar porque no tienen plata para niñeras o empleadas domésticas, mientras que las de mayores ingresos suelen recurrir a otras mujeres más pobres para que cuiden a sus hijos.

Si las mujeres tienen 60 años, 28 años de aporte y 2 hijos ya llegan a la meta requerida para jubilarse. En otros casos, con menos aportes, el empujón va a servir para acceder a la moratoria, en donde se pueden pagar los años no aportados, pero con un límite (hasta el 2003) y con esta nueva política se da el envión para que lleguen a alcanzar la meta del ingreso mínimo para vivir más y mejor.

Por eso el cálculo es que, en el 2021, se van a poder jubilar 155.000 madres. Y, si son más grandes de 60 años, también ingresan a este sistema, pero todavía con más fichas para lograr el objetivo jubilatorio: tienen medio año de excedente por cada año que pasan de la sexta década. Por ejemplo, si tienen 61 años se ganan seis meses y, si tienen 62, llegan a un año de excedente.

La medida es histórica porque empuja la posibilidad de poder contar con una cobertura a muchísimas mujeres. Pero, por sobre todo, porque es un reconocimiento público de las tareas de cuidado y el trabajo no remunerado que implica la maternidad. En América Latina solo en Uruguay hay un sistema público de cuidado (y en Costa Rica hay experiencias de nodos de cuidado).

Pero es un avance sustantivo de la consolidación de un sistema jubilatorio en donde la lactancia, la limpieza, la cocina y el acompañamiento materno no se van cuando se van los hijos, sino que se queda como un aporte social que se vuelve reconocido. El nido ya no está tan vacío, al menos hay reconocimiento.

En Argentina hay 3.7 millones de personas que no podrían estar jubiladas sin las moratorias jubilatorias que se conocieron como la jubilación para amas de casa. Ahora se podría reformular como jubilación para las madres trabajo completo. Ya que el 76% de las tareas del hogar las realizan mujeres y trabajan 6,4 horas por día en cuidar, criar, ordenar, cocinar y limpiar, según cifras del Indec.

Un dato muy significativo es que, en contra del dicho, donde comen dos comen tres, para las mujeres tener más hijos es sinónimo de la expulsión laboral por el crecimiento de la demanda doméstica y las dificultades para encontrar personas o instituciones que puedan cuidarlos. Si los varones tienen 1 hijo cuentan –en promedio- 13 años de aporte, pero si tienen más hijos (hasta 6) no se les acumulan menos años de aportes porque aunque haya que cambiar más pañales, lavar más plato, cocinar en una olla más grande o dar más manos para cruzar la calle salen a trabajar igual.

En ese sentido, Paula Ferro, Directora General de Infancia, Juventudes, Género y Diversidad explica que las desigualdades maternas muestran que, a más hijos, las mujeres se quedan más excluidas del trabajo y más atrapadas dentro de la casa (con una estructura de cuidados, horarios y cargas que no les permiten irse, ni tener plata para pagar quién cuide a sus hijos). Y, por lo tanto, con menos aportes para lograr jubilarse.

El 77% de las mujeres que están jubiladas lo pudieron hacer gracias a las moratorias. Y eso incidió positivamente en que las personas mayores, en edad de jubilarse –las más vulnerables frente a la pandemia- estuvieron mayoritariamente protegidas (en el 94%) con la jubilación.

Por ahora, la medida se saca por DNU, pero lo mejor es que sea ratificada y ampliada como ley en el Congreso de la Nación así queda como una política pública a largo plazo. Por supuesto, se puede mejorar y asegurar más allá de los cambios electorales. Además otra variable imprescindible es que los meses en los que se toman licencia por maternidad no queden descontados de los aportes jubilatorios.

Fuente: Infobae